Nuestro país ha estado pasando por un sinfín de acontecimientos que nos han hecho reflexionar respecto de la vida en múltiples dimensiones.
Nuestro país ha estado pasando por un sinfín de acontecimientos que nos han hecho reflexionar respecto de la vida en múltiples dimensiones. Esto ha remecido profundamente a las personas, en su forma de vivir, expresarse y de relacionarse. Es un hecho que estamos en una época donde la discusión social es fundamental en cuanto a género, equidad, legislación, salud, entre muchos otros temas.
Por: Claudio Carvajal
En pleno estallido social 2019, aún recuerdo una pancarta levantada por un joven que decía “por favor escúchennos”. Esta simple imagen, que se me viene una y otra vez a la mente, me hace reflexionar sobre el fondo del “saber escuchar”: para escuchar, no solo se necesita el sentido auditivo, sino que debe haber una disposición e interés respecto de lo que otra persona expresa y es ahí donde se inicia el diálogo.
Las demandas de la ciudadanía, dada la manifestación profunda que vivimos, claramente van en el sentido de que ocurra el diálogo. Estefanía Simón (FORBES, 2014) propone diez pasos para escuchar a los demás, entre los que destacan dejar tiempo para explicaciones, dialogar, generar contacto visual y averiguar el propósito detrás de ese contacto. Siguiendo esta lógica, al parecer, conceptos como la empatía, la asertividad o el respeto, van en la dirección de saber escuchar y, sin dudas, tomar esas opiniones, ideas, o “demandas” para buscar el bienestar de las personas y la sociedad.
En la franja electoral del 4 de enero de 2000, Ricardo Lagos refuerza uno de los ejes de su candidatura, asociando el “trabajo” con el “bienestar”. No solo su relato incluye este enfoque; en la elección siguiente, el 5 de enero de 2006, Sebastián Piñera incluye en su relato palabras como “sonrisa”, “solidaridad”, “esperanza”, “futuro”, “desafío”, “afecto”, “confianza”, “libertad” y “un Chile más humano”.
Estos conceptos son incluidos nuevamente en su franja presidencial de 2010.
El 3 de diciembre de 2013, Michelle Bachelet reafirma de alguna manera que estos temas son muy importantes, destacando conceptos como “sueños”, “el Chile que queremos”, “un Chile que se mueva por el corazón”, “esperanza”, “trabajar juntos”, “generosidad” y “orgullo”, entre otras palabras.
Así, podemos apreciar que, independientemente de la bancada, el bienestar, la felicidad y las oportunidades están presentes entre los argumentos para convencer a la ciudadanía. Sin embargo, al revisar la analítica básica del relato (figura 1), expresado por los distintos candidatos en las franjas de segundas vueltas, se logra dimensionar la carencia del uso de palabras asociadas al bienestar –algunas sí se mencionan, como “amor” y “paz”–. De este modo, finalmente, podemos apreciar que el uso de las palabras va mucho más en el sentido de la acción y, por lo tanto, de temas contingentes que resolver.
Figura 1: Cien palabras más repetidas en el relato de las franjas de segundas vueltas 2000 a 2017. (Fuente: creación propia mediante transcripciones)
Es claro que el relato de la comunicación en las franjas electorales no se focaliza en la esencia del bienestar, sino más bien en promesas sobre resolver problemas contingentes y no de fondo. Pensemos por un instante en lo hermoso que es el mundo, cuando valoramos estos temas que nos hacen felices, gracias a que alguien más está pendiente y consciente de aquello. Si nos damos un rato de reflexión y pensamos que cada integrante de la sociedad no solo valora lo que lo hace feliz, sino que lo practica tanto personal como socialmente, muchas cosas cambiarían, tal como propone la Teoría C, al asegurar que “la sociedad maximiza su bienestar cuando cada individuo acciona en favor del bienestar de los integrantes de la sociedad, de manera solidaria, sin dejar de lado su propio bienestar”.
La invitación es a reflexionar en lo más profundo respecto de valores humanos, como la solidaridad (se define como “ayudar a los demás, libremente, sin pretender recibir nada a cambio, colaborando en la causa de otros” y su antivalor es el egoísmo) y en todo lo que ello conlleva para nuestra sociedad. Si aplicáramos lo que dice la Teoría C sobre “accionar en favor de los otros, de manera solidaria”, estaríamos no solo respetándonos, sino que empezarían también a evolucionar algunos conceptos de la vida que parecieran ser nefastos, como por ejemplo la “desigualdad”, el “egoísmo”, la “impunidad” y la “discriminación”. Entretanto, otros antivalores contribuyen más a que como sociedad e individualmente no alcancemos lo que nos planteamos como objetivo de vida. Ya es el momento de vivir una nueva era como humanidad, preocupándonos por los demás sin dejar de lado nuestros propios sueños.
- El 22 de noviembre, el Museo de la Publicidad de la Universidad Diego Portales inauguró la exposición virtual “Démosle una segunda vuelta”. La retrospectiva incluye más de cuarenta piezas audiovisuales de las últimas cinco franjas televisivas de segunda vuelta (2000-2017); dos conversatorios, que analizan el discurso y los grandes temas ausentes y una serie de columnas, elaboradas por docentes de la Escuela de Publicidad, las que se difundirán en El Mostrador y que analizarán diversos aspectos de estos importantes documentos históricos.